domingo, 31 de julio de 2016

Invitación de Quintupleaños

Como viene siendo habitual en estas fechas, eHijo y eFamilia tenemos el gusto de invitaros a una nueva edición de fiesta de cumpleaños, este año bajo la denominación de “Quintupleaños”.

La fecha seleccionada para el evento ha resultado ser el 13 de agosto, sábado, operación puente para algunos (lo que ponemos en vuestro conocimiento para prevenir atascos y otras circunstancias).

Queremos recordaros los detalles imprescindibles, ya que en esta edición contaremos con invitados de nuevo cuño, ¡¡bienvenidos!!

1.- Podéis venir con niños o sin ellos, no son imprescindibles, sí bienvenidos. eMamá también tiene algo, o mucho, de niña y disfruta de sus amigos tanto como eHijo con los propios.

2.- Organizaremos una comida-merienda-lo que surja, hasta que el cuerpo aguante. Suelen aguantar más los cuerpos pequeños, inexplicablemente. Os recomiendo decidir quién de los asistentes (con uno por familia basta) va a marcar la resistencia de todo su equipo/familia. Los unipersonales podéis aliaros por facciones.

3.-La hora estimada de comienzo está fijada como “la hora a la que eBebote empieza a robar comida de donde la encuentre”. Esto viene siendo más bien temprano, así que por ser condescendientes fijaremos las 13:00h para los madrugadores (os tocará colaborar, me temo, en preparativos). Y las 13:01 para el resto. No obstante, está pendiente un viaje relámpago fiestuqui-Madrid-fiestuqui perpetrado por eMamá para recoger eAbuelitas con las cestitas. Por si los lobos, podemos respetar la tradición y esperar a los rezagados en torno a las 14:00h. Más allá, no respondo de las croquetas ni de las tortillas.

4.- Disponemos de amplio aparcamiento interior (a la muralla) y exterior. La organización de la cola será FILO (First In Last Out). Hay una reducida zona de sombra, por lo que os recomiendo no tentar a la suerte intentando llegar en el momento preciso. También hay un arbusto espinoso en la acera de enfrente que proporciona reconfortante fresco. A negociar con el vecino. Al que venga en caballo, pasto disponible (tenía que escribirlo, o reviento).

5.- No pienso organizar juegos especiales, como nunca lo hago.

6.- Los niños y no tan niños podremos trotar por el entorno a nuestras anchas (yo más por ser más ancha). Sentíos libres. Se ruega no ingerir las plantas, especialmente las empaquetadas en macetas, insertadas en surcos o rodeadas de alcorques. Suelen ser por las que se siento más aprecio. El riego por goteo es opcional, kit desmontable.

7.- Se recuerda a los asistentes que ESTO es el campo, por tanto encontraréis:
  • mosquitos, avispas, hormigas, arañas… Algunos comestibles, otros no. Ante la duda, consultar con eBebote.
  • Plantas, arbustos, árboles… En concreto algunos tienen espinas, como los rosales, los cactus, los cardos y las eMamás cabreadas (estado por confirmar en función del desarrollo del día, no se espera que suceda pero podría darse el caso- en conjunción con otros residentes que habitan los lugares-, mejor id avisados).
  • Curvas. Estamos en zona de montaña. Vivimos al otro lado de uno o dos puertos. Vomitar antes de comer es una práctica poco recomendada para abrir el apetito. Para más referencias, eBichita.
  • Pokemons. Lamentablemente, pocos o ninguno. O quizás sí...
  • Pekemons: 3 mínimo.
  • Telarañas: en abundancia. Las más tétricas se encuentran en el descansillo de la segunda planta y en la esquina del dormitorio principal, sobre la cabeza de eMamá mientras duerme. A solicitud, se harán visitas guiadas.
  • Arena: en el arenero. El resto, tierra y piedras, acompañadas de hierbajos secos.
  • Sol: mucho, entre el orto y el ocaso.


8.- No se aceptarán regalos, por cuestiones de espacio, de minimalismo, de falta de necesidad y de respeto mutuo. Si alguien se siente incómodo o perentoriamente obligado a hacer un regalo, que se abstenga o se llevará de casa un número exponencialmente proporcionado (en potencias de dos) de objetos diversos. Es decir, si traes un regalo te llevas dos; si traes dos regalos, te llevas dos elevado al cuadrado (cuatro); si traes tres regalos, te daré el cubo… y así sucesivamente. Entre los ítems a repartir entre invitados díscolos se cuentan una lavadora (funcionando), un escritorio de madera de 50 Kg, unas cadenas textiles para coche, dos cunas, tres bases de lámpara, como diez cajas de libros y una estampita. Ahí queda eso.

Como excepción, se aceptan creaciones personales. Si eres creativ@, sabes por qué lo digo. Si no lo eres, descansa y disfruta.

9.- Si alguien quiere pintar paredes, dispondremos de tizas de colores y paredes de 40m de longitud al efecto para niñ@s y mayores (tengo Fem en que suceda, “U know”). U otros materiales decorativos que se os puedan ocurrir.

10.- Ubicación: importante, no seguir la dirección del GPS. Nunca ha funcionado. Es mejor la intuición y, en su defecto, solicitar directrices a los cumplenautas. Se facilitará plano de la búsqueda del tesoro. La puerta estará marcada con una X.

11.- Zonas de baño: disponible piscina de tubos de 3 metros de diámetro y profundidad de 60 cm (un eBebote menos una cabeza de hondo). Se sortearán plazas en primera fila para ver la interacción infantil en el acuoliseo. Los demás afortunados, podremos esperar a la sombra tomando salmorejo, zumo de naranja o un descanso, a elegir.

12.- Zonas de juego: casita de madera en estado semióptimo (experimentalmente reconvertida en casita del interror, por su alta concentración de octópodos textiles en las aristas ocultas), estructura tubular para la trepa, parcela semisalvaje y arenero hexagonal bajo árbol sin hojas. Herramientas diversas, carretilla y tractor. Para intrépidos, escalada por talud sobre piedra de musgo. Para amantes del riesgo, escondite de juguetes en buhardilla a 38º. Para padres de amantes del riesgo, sauna seca en buhardilla a 38º.

13.- Confirmación de asistencia: deseable.

14.- Asistencia técnica: puesto que entre invitados y residentes contabilizo más de 30, a razón de 23 plazas sentado (sin contar sobre vehículos de motor) disponibles en la finca, ascendiendo a 29 si sumamos taburetes de pintor y escaños rústicos chungos de mover, si alguien tiene una silla plegable, que se la traiga por si acaso. Si alguien conoce a Superman, que se lo traiga también.

15.- Facilidades: cuna de viaje con colchón, moisés, sillita infantil, hamaquita. Portabebés, saquito de dormir para invierno. Microondas, cocina completamente equipada. Seis plazas de hotel (dos reservadas) para los más transgresores que no quieran (o no puedan) volver a casa (sin contar cuna y moisés). Amenities incluidas, excepto champú y acondicionador, que no me acordé de comprar.

Con todo esto, creo que podéis haceros una idea bastante clara de lo que encontraréis en la fiesta. Y quizás algunas sorpresas inesperadas, ya se verá. Si necesitáis más información, estamos en contacto.

Sólo añadir que he enumerado a eHijo, uno por uno, todos los invitados a su fiesta. Y, uno por uno, se ha sentido feliz de poder recibiros en casa. Y eMamá también.

¡¡Os esperamos!!



sábado, 30 de julio de 2016

Y tú, ¿a qué juegas? PokeMons vs PekeMons

Hace unos días que propuse el juego de las PokeMums, sin saber que en un período tan corto de tiempo iba a estar tan de moda.

Pues bien, desde que ha salido la siguiente edición del juego y mi mundo (o más bien, el mundo general, del que formo parte) se ha vuelto loco, he encontrado una nueva versión de este entretenimiento, completamente adaptada a mi entorno. A grandes rasgos, las características fundamentales en 2016 se han adaptado a la nueva tecnología.

Oficialmente, ahora lo que se lleva es una cosa llamada "realidad aumentada"... ¿Aumentada? ¿Más? Mi realidad es ya bastante grande, bastante real. ¿Por qué una eMamá en su sano juicio querría aumentar la realidad? En mi casa reina la segunda ley de la termodinámica en su estado más puro. La generación de entropía, porque no hablamos de un sistema estable y cerrado, es tan grande que hordas de científicos de todo el planeta acudirían en peregrinación si hubieran conseguido aislar el epicentro del fenómeno. Pero como, sólo por complicar las cosas de la física, tenemos tres pequeños epicentros, los PekeMons, con movimiento aleatorio y posición variable, creo que los físicos teóricos están perdidos en un bucle por la M30. Gracias al cielo, porque no tengo nada adecuado que ponerme: el cerebro para las visitas está en paradero desconocido desde mi primer parto.

Como decía, lo que está de moda es que el entrenador (o entrenadora -ojo al término-, es completamente personalizable) se mueva por el mapa gracias al GPS... como si con un GPS fuera yo a encontrar el almohadón que se perdió ayer, o los seis juguetes que salieron despedidos por la terraza y acabaron entre las hiedras. Ni tampoco creo que volvamos a encontrar el muñeco de acción que perdimos enterrado en las profundidades del arenero y las tres letras magnéticas de la "tarta de letras", ni con un geolocalizador. Esas técnicas avanzadas están muy bien para guiar ingenios en el espacio o referenciar posiciones de vehículos, pero en la vida diaria de los PekeMons lo único que necesitamos es vista con súperpoderes. Lo sé por experiencia propia. Y un tanto así de grande de intuición. Y si no, véase la que se lió el día que alguien guardó la cafetera en el cajón bajo la cuna. Ese día nos duró una semana. Por lo menos.

Prosigo: estos entrenadores (nadie los llama en el juego "educadores", pues disuadiría a muchísimos potenciales jugadores que, oliéndose de qué va realmente la vaina, hicieran peligrosas asociaciones entre ellos y los amigos con hijos, y decidieran continuar jugando a cosas con muchas menos implicaciones como, pongamos por ejemplo, el parchís) deben encontrar pequeños monstruos "de bolsillo", de ahí su nombre. ¿De bolsillo? Sólo por alusiones, diré que eMamá ha jugado a esta nueva versión hace exactamente tres días, y lo primero que capturó era una planta con ojos y un capullo en el lomo que pesaba 11.6 kg y medía 88 cm. Y no, no era eBebote, que es EXACTAMENTE igual de tamaño. Y también os digo que NO, eso no cabe en un bolsillo. Ni siquiera en el bolsillo de una madre. Ni en el espacio híperdimensional de su bolso con fondo de n dimensiones. Mi hijo, que tiene una proporción un poco más discreta (sobre todo porque no le salen inflorescencias en la espalda: eso incomoda muchísimo), sólo tiene dos formas de transporte: en brazos -hasta que el cuerpo aguante o el niño se canse, cosa que no suele suceder- y en carrito. Luego, eventualmente, cabe que se desplace por sus propios medios. Mi PekeMon sabe andar, correr, reptar, saltar y rodar. Dudo de las capacidades de un bicho verde y regordete con pinta de poder echar raíces. Para evitar este inconveniente los creadores del juego han ideado el medio de transporte ideal. Las Pokebolas. Y ese invento, ése, sí que es un avance significativo. En un cacharro de unos 10 cm de diámetro se puede compactar un bicho de más de 200 kg y casi tres metros de estatura. Y llevarlo en el cinturón. E incluso rodando, si me apuras. Si yo tuviera unas cuantas de esas Pokebolas, de verdad, no las invertiría en transportar monstruitos por las calles. Las invertiría en guardar trastos. Una Pokebola para los juguetes, una para los cuentos, otra para la ropa... Y, si nos ponemos tontos, en otra me escondería yo. ¿Que tenemos visita? los trastos a la Pokeball... las aplicaciones  son infinitas. Todo, menos otro PekeMon en semilibertad, con su potencial generación de caos (crece exponencialmente con el número de PekeMons, debe considerarse muy en serio esta opción, en toda circunstancia).

Por último, la diferencia fundamental entre unos PokeMons y otros es, además de su tipología y características físicas, la capacidad de desarrollar dos tipos de ataques específicos, en los que son tremendamente eficientes. Otra vez, la realidad supera a la ficción. Los PekeMons tienen no dos ni tres, sino infinitas capacidades de probadísima eficacia para volver loca a una eMamá, o todo un colectivo de ellas. Además las pueden poner en práctica de manera combinada, aplicándolas en serie o paralelo, según el nivel de cordura que se quiera neutralizar. Así por ejemplo, un eHijo de nivel 4 puede ser capaz de abstracción extrema. Desesperante. Pero es que eBichita de nivel 3 puede igualar e incluso superar esa destreza. La combinación de ambos deriva en la creencia absoluta de eMamá de que tiene hijos sordos, o de que domina idiomas incomprensibles, y el empleo de lengua de signos para la comunicación. Pero si la técnica PekeMon es "extracción máxima de juguetes" o "esparcimiento de cuentos por salón", los niveles de estrés de eMamá aumentarán peligrosamente y los puntos de cordura descenderán a mínimos perjudiciales. 

Y básicamente, así funciona el juego. Luego existen opciones de hacer interactuar tus PekeMons con otros, en los Gimnasios PekeMon (se localizan en parques infantiles, o zonas de columpios, o sitios por el estilo), a fin de subirlos de nivel. (¿¿¿De nivel de qué???) E incluso, con cierta experiencia, se debe elegir un equipo de padres de PekeMons al que aliarte (a saber, los molones, los pasotas o los "raros" -yo me he pedido este último-). Todo ello deriva en relaciones mucho más complicadas que todavía no he tenido ocasión de explorar convenientemente. Cuando llegue el momento, si llega, informaré sobre ello.

domingo, 24 de julio de 2016

La vida madre

eMamá está nuevamente de excedencia, ese estado que todo trabajador parece desear y considera sinónimo de ocio, diversión, no hacer nada por la cara, asueto y, más comúnmente, hacer el vago. Lo que vienen llamando "la vida padre". Me encantaría saber por qué y quién empezó a llamarlo así, "vida padre". ¿Padre? Yo a este estado en el que vivo lo llamaría más bien "vida madre", porque al fin y al cabo soy yo, su madre, la que lo ha elegido, solicitado y disfrutado. Y otras cuantas cosas que mis envidiosos compañeros no han tenido en cuenta a la hora de valorarlo. 

A saber: 
en este estado hay mucho ocio, desde luego. El ocio se practica recogiendo habitaciones continua e insistentemente. Es como un videojuego de los buenos, en los que a más desorden recogido, más puntos de experiencia, de modo que entras en un bucle en que necesitas recoger cada vez más para subir cada vez más a un nivel mayor, con lo que finalmente te pasas el día entero recogiendo. Pero no, como sospechaba la eMamá, por el hecho de tener la casa, el jardín y la vida en su conjunto hechos un caos absoluto, no. Por experiencia. Por el ocio que conlleva. Por supuesto, tener varios eHijos te permite subir estos niveles rápidamente hasta un punto caótico cuasi permanente (como los niveles imposibles de un tetris, en el que todo el desorden se genera a velocidades casi imperceptibles por el ojo humano, pero una madre suficientemente experta y entrenada puede esquivarlo, reconducirlo y obtener un resultado aceptable, y sobrellevarlo... lamentablemente, aún no he adquirido esa destreza y suelo colapsarme antes). Un lujazo que, con un poco de desorganización, puede quedar al alcance de cualquiera. Resulta que tras el primer punto, mis compañeros empiezan a tener razón.

Por supuesto, la excedencia es una época divertida. Los eHijos tienen montones de actividades para compartir con una eMamá excedente. Como leer cuentos (del alba al ocaso). Como ver dibujos animados (del alba hasta el alba siguiente, si se lo consintiera). Como arrancar hojas de enredadera de las plantas de la terraza. O tirar macetas. O vaciar botellas de aceite corporal por la habitación, untando bien cuna, cuerpo, ropa, un viejo radiocasette, cabezas varias y todos los juguetes que encuentran a su paso (esto en retrospectiva es divertido, el problema radica en no llegar a la locura cuando se descubre la ocurrencia la primera vez). 

Además, la vida madre de la mujer excedida es muy activa. Mis eHijos idearon ayer un gimnasio de interior para las horas de más calor (aunque ayer era un día ventoso y la idea genial les llegó antes de las 10 de la mañana). Mientras eMamá practicaba la distraída costumbre de pasar una aspiradora y limpiar su dormitorio (cosa que una madre excedida también tiene por costumbre practicar, por ocio, por diversión, por asueto, por la cara), mis chicos en el otro dormitorio separaron una cama, deslizaron su colchón, liberaron el somier y decidieron hacer una gymkana con el resultado. No contentos con el coeficiente de rozamiento alcanzado en el improvisado tobogán, desvistieron el ingenio de sábana y protector, dejando el colchón expuesto a gérmenes, bichos y niños por igual. Cuando entré, el cuadro era dantesco: eBichita caminaba con cuidado por las lamas del somier, eHijo se tiraba al grito de "yujuuuu" por el colchón, mientras eBebote con (sólo) una camiseta por atuendo, retozaba como una croqueta por la parte inferior de la superficie. Perpleja y muda. "Estamos haciendo gimnasia" comenta una vocecita. Yo también, hijo, yo también. Mental, para no enfurecerme. Al menos no demasiado rápido.

Por supesto, el panorama no mejora cuando eBebote está al mismo tiempo intentando dejar el pañal. O, en realidad, cuando lo está intentando su ¿santísima? madre. Si el día de excedencia resulta ser medio normal (a saber, un día aburrido en el que los niños se distraen llenando la terraza de juguetes, arrojando alguno por la barandilla, rompiendo dos macetas y bañándose en la tierra desparramada...acaso también sacando una balda entera de libros para empapelar el suelo del salón y fabricándose una cama con el edredón que uso de cubre sofá), eBebote puede aparecer de repente bajo el lema "pis-piiiiiís", y suele salir la cosa medio bien. En incluso bien del todo, desde que ha aprendido de su hermano a usar el váter, a pesar de no alcanzar por estatura ni por tamaño (creo que en alguna ocasión ha debido de acabar dentro y salir ayudado por sus secuaces... al menos cuentan historias sobre ello, y deben de ser verdad). Pero luego están los días raros. Los días como suelen ser casi todos. En que eBebote está distraído, o haciendo su ejercicios psicomotrices sobre el puente de los cocodrilos, o jugando a que es un cocinero de tartas de arena, o un barco en medio del mar salón, o un enfermero de dinosaurios en plena urgencia por un brote de lo que sea que sufran los dinosaurios que necesitan ir a enfermería. Esos días, eBebote se olvida de que su verdadero ser es el de un niño de dos años practicando el control de esfínteres, y de sus necesidades más básicas. Ese día, eMamá prepara cubo, fregona, bañera, ropa y un poquito de paciencia (siempre resulta ser demasiado poca, porque tengo un stock muy limitado) y sabe que, ese día, algo va a pasar. En cualquier momento. En cualquier lugar. Y así suele ser. Varias veces, y en sitios divertidos, sólo por el hecho de que eMamá está en excedencia y su vida, su vida "madre" tiene que ser entretenida.

Durante la excedencia de eMamá, todo el mundo parece olvidarlo, los niños también comen. Poco, porque son los eHijos, pero comen. Menos eBebote, que devora todo el tiempo (excepto en las horas establecidas). La descansada vida de la madre excedida comienza a horas intempestivas y variables (lo mismo da las 6 de la mañana que las 7. Y una vez a eHijo casi le dieron las 10...tentada estaba de llamar a urgencias). Y comienza tres veces, en general. eBebote abre la marcha entonando su "Quero saliiiir", seguido de "¡a desayunar, mamá!", nueva variante del anterior y temido "a desayunar mamá", que podía darse a cualquier hora de la noche e implicaba tener un niño anatómicamente fusionado conmigo durante horas -nótese la importancia de una coma-. Bien. eBichita suele despertarse con un "ayyyynnnnnmmmmmmmm" (grito gutural de amplio espectro), que traducido por el sistema especializado integrado en el sistema de audio de las eMamás (o gracias al curso de interpretación que toda excedente tiene tiempo de disfrutar, durante su codiciada época de asueto), viene a querer decir: "Buenos días, tengo hambre, ganas de hacer pis, aún tengo sueño y considero el mundo completamente injusto por absolutamente cada cosa hasta dentro de dos horas. Déjame en paz y cuídame". Un caso difícil que se alivia cuando tras gruñir varias veces más, conseguimos, ella y yo, que se tome su tacita de leche, medio paquete de galletas y un trozo de pan duro. eHijo es mucho  más prudente, suele venir sonriente a abrazarme, o simplemente exigirme "¡mamá!". Tras años de convivencia, los dos sabemos entendernos con registros mínimos, eficaces y puntuales. 
Pero a lo largo del día, los eHijos deben alimentarse varias veces. Y de forma aceptable. eBebote, según su naturaleza inquieta y curiosa, lo hace de continuo a pequeñísimas dosis de prácticamente todo. Un trozo de salchicha olvidado, media galleta mordisqueada del desayuno, un zumo de piña, tres migas de pan, un danonino,"quecho quechito quecho", pera-media pera-pera entera, cuarto de pollo, un plato (MI plato) de verduda - que me ha cambiado por su puré-, otro danonino ("no, hijo, ya te has tomado uno"), "quero pan" (no hay), "quero coqueta" (tampoco), "quero pulpo"(???), "quero esooooo". Los otros dos eHijos son más puntuales en su alimentación, más ordenados y un poco menos exigentes. Pero la comida hay que pensarla, conseguirla y, cosa importante, cocinarla. En el tiempo de que se dispone (variable), o se corre el riesgo de que, como ayer, alguien pretenda comerse los tallarines crudos. O se organice un motín de niños sentados a la mesa. 

Pero el verdadero punto de estar viviendo la vida "madre", el verdadero verdadero, el que todos los envidiosos, agoreros, malpensados o simplemente ignorantes, olvida, es que la vida de excedencia es mucho más que todo eso. Es gratis. 
Lo que te regalan los eHijos cada día, es gratis. 
Las lecciones de vida, las dosis de humor, la necesidad primaria del vínculo con su madre, es gratis. 
Oír a tus hijitos de dos, tres y cuatro años decir cada mañana, cada tarde, cada noche, cada día "te quiero mucho, mami", es gratis. 
Disfrutar cuando ven un petirrojo, cuando riegan una planta, cuando trepan por un árbol, ESO, es gratis. 
Salir a comprar una barra de pan y estar dos horas fuera de casa jugando en los columpios, es gratis. Sin prisa por volver a casa, porque nadie más que nosotros nos espera. 
Hacer lo que la vida nos pida en cada momento, es gratis. 
Ir a ver trenes y ver uno, dos, doscientos... es gratis. 
Ver el agua correr, las hojas moverse, las hormigas trabajar en una avellana... es gratis. 
Nombrar a cada mosca ("la amiga Lucía", "la amiga Sara"), saludar a los caballos, descubrir una salamandra en la ventana... es gratis. 
Verles bailar, reir, jugar; escuchar sus juegos cuando no saben que estás cerca, es gratis.
El "mamá levántate", "abre los ojos" "kikikíiii", es gratis. 
El "¿dónde está papá?", "deja el tótono", "¿leemos este cuento"?, "oto quento", es gratis.

Y el sueldo, queridos todos, EL SUELDO también ES GRATIS.


miércoles, 20 de julio de 2016

Anuncio gilipollas

Anuncio gilipollas de ocasión, 36 años, estilo vintage. Tamaño grande. Diseño utilitario, no apta para decoración. 

Utilizada en contadas ocasiones, presenta alguna muesca por el uso.  Corazón funcionando perfectamente, aunque por tara de diseño este producto se ha catalogado como "poco apto para amar" (no obstante, si se conoce bien el lenguaje de programación, la versión disponible puede alcanzar altos niveles de amistad). Con tendencia a colgarse en bucles afectivos, si sucede puede solucionarse presionando directamente el RESET (aunque las instrucciones cargadas de fábrica indican la necesidad de reconfigurar la programación interna, no se ha hecho nunca). 

Alimentación: externa ininterrumpida. Con una carga emocional inicial baja puede mantenerse en activo mucho tiempo. No obstante, se recomienda no inicializar la batería a plena carga, pues el individuo presenta un comportamiento resiliente, necesitando en lo sucesivo realizar cargas de al menos el mismo nivel que al inicio para un óptimo funcionamiento. Funciona bien en todas las tensiones, aunque su comportamiento es óptimo si se evitan las más altas. Admite todo rango de frecuencias.

Mantenimiento: muy sencillo. Mantener alejada de los comportamientos sociales en las horas de calor, a la salida y puesta del sol, y en general en todo momento. Regar moderadamente con palabras y contacto psicológico afectivo. El ejemplar rehúye el contacto físico, que se deberá evitar en lo posible, ya que genera en el individuo un sentimiento de incomodidad que, eventualmente, podría derivar en su huida y pérdida. Si esto sucede, no me hago responsable de su reposición. No obstante, en contadas ocasiones puede generar de manera espontánea el impulso necesario para entrar en modo "abrazo". Se han referido modos especiales en los que, con versiones Beta de Amig@SB, ha accedido de manera voluntaria a modos usuales de trato. 

Características básicas: 

Desde el momento inicial, el sujeto corre una rutina de tipo irónico-cómico. Este es el comportamiento habitual y deseable. Cualquier otra rutina deberá ser consultada con el fabricante, puesto que podría indicar un error de funcionamiento o de incomodidad extrema por parte del producto.

Así mismo, la programación básica de este sujeto incorpora el modo autoestima.off. Si se necesita emplear el sujeto en modo autoestima.on, debe hacerse el cambio a través del misterioso código PIN. Una de las características que indican que las líneas de código correspondientes se están modificando adecuadamente es la presencia recurrente de consultas en la HMI orientadas a comprobar la correcta evaluación del entorno en orden a activar el nuevo modo autestima.on. La ausencia de este tipo de consultas podría derivar en la desactivación completa del modo, o bien indicar una carga total de autoestima.on. Este último caso no se ha dado en su uso conocido, por lo que se recomienda, llegada la ocasión, realizar una comprobación de seguridad.

Admite la conexión Amig@SB. No desinstalar de manera brusca o la memoria interna quedará dañada. En un 40% de los casos, una desinstalación brusca de la conexión Amig@SB ha generado anteriormente daños menores, no irreparables. Aunque el funcionamiento continúa siendo correcto en las nuevas conexiones, parece que en la memoria interna hay líneas de código defectuosas, por lo que es mejor evitar este comportamiento y desinstalar Amig@SB de manera segura (esta desinstalación exige el intercambio de información con el sujeto). 

Si se utilizan códigos adecuados, la probabilidad de acceder al código fuente del sujeto es muy elevada. Este acceso puede suponer la generación espontánea de mensajes del tipo sincero. No se recomienda el uso de este producto, por tanto, a usuarios no familiarizados con este tipo de mensajes, o a aquellos especialmente afectados por ambas variables, espontaneidad y sinceridad, mayormente si la afección se deriva de comentarios positivos. Se recuerda que el sujeto sólo es capaz de amistad a niveles avanzados, y bajo códigos correctos.


Para acceder a su alma, debe introducirse un código PIN desconocido (no disponible en origen). Una vez introducido el PIN y conseguido el acceso, manejar con cuidado, pues es fácil de dañar y no existen piezas de repuesto, por tratarse de un modelo descatalogado.


Precauciones: no conectar nunca en red sin consultar con el fabricante y sin programar primero líneas de código adicionales implementando variables de contorno relativas al campo de actuación, incluyendo número de sujetos de la red y datos básicos de los mismos. Puede producirse un fallo catastrófico.





 ...Porque a veces eMamá se siente triste...

martes, 12 de julio de 2016

BatMum y Robin

A los eHijos con su lengua de trapo ahora les ha dado por jugar a los "SuperÉgoes",lo que quiera que sea eso. Seguramente en su pequeño intelecto superior y mejorado por la evolución de la especie, ellos estén refiriéndose a algún término freudiano, pero su eMamá, que no llega tan lejos, tiene en mucha estima soñar con súperpoderes mientras los veo saltar por encima de la cama con una toalla a modo de capa, fingiendo ser no está claro quién. Y es que mis hijos, a pesar de tener padres frikis, no son genealógicamente tan frikis. La mutación genética se produjo en la generación de los ePapás, por lo que puede decirse que se trata de auténticos SuperÉgoes de nuevo cuño.

No obstante, aunque nadie lo sepa, eMamá es en realidad un ser oscuro y protector conocido como BatMum. A base de artificios tecnológicos que me cuestan una pasta, porque, recordemos, mi ADN permanece inmutado a diferencia del de mis hijos, consigo pasar por alto mis humanas limitaciones y hacer las cosas que el resto de los mortales me atribuyen, y que de otro modo no sabría. A saber:

- Volar: con tres SuperÉgoes a mi cargo imposibles de agrupar, es la aptitud mínima que se solicita a cualquier SuperMum. Gracias a una muy visible capa de grasa que cubre mi perímetro, soy capaz de mantener en flotación a eBebote sobre mi anatomía mientras físicamente recorro longitudes imposibles en tiempos récord al grito de "es la hora, llego tarde llego tarde llego tarde". Por supuesto, cuando se trata de transportar simultáneamente más de un churumbel a distancias poco practicables, el grito se traduce en el Mumlamento "daos prisa, no llegamos, vamos vamos vamos". El volumen (del sonido, no de la Mumcapa, que también ha sucedido circunstancialmente) se incrementa según el número de eHijos a teleportar (este súperpoder que todavía no se ha inventado, ha demostrado ser el más útil de todos los descritos). 

- Oído de Mumciélago: toda madre que se precie tiene un oído híper desarrollado con el que captar llantos imperceptibles por el resto de seres humanos agotados, y responder así, gracias a la capacidad anterior de volar, en cuestión de "enanosegundos" (una unidad de medida de tiempos sólo aplicable y conocida por quien tiene niños pequeños, se asemeja a lo que los humanos vulgares entienden por "YA" o "AHORA"), al lado del eHijo de turno antes que cualquier otro individuo compartiendo casa, edificación o localidad. Una BatMum, además, puede interpretar cualquier tipo de emisión sonora de cualquiera de los eHijos, precisando la fuente emisora, frecuencia, intensidad, objetivo, ubicación y estado general del sujeto. Esta ardua tarea, que en los primeros años llevaba a cabo BatMum, actualmente la tengo subcontratada al finísimo oído y sabias decisiones de ePapá. El coste es bastante reducido y los resultados aceptablemente buenos, dado que por el hecho de residir en la ciudad de A-Gotown, el súperpoder sufre cierta atenuación en BatMum.

- Mummóvil: No podía faltar. Monovolumen, 7 plazas. Con Hijoasientos integrados, bandejas, espejitos y pijadas varias. Capacidad insólita de contención de juguetes, toallitas, mudas, mochilas y paquetería en general. Con un botón secreto que todavía no he sido capaz de encontrar, a cuya pulsación se enciende el turbo-llanto en tres variantes distintas. Desgraciadamente, ignoro si volviendo a pulsarlo se puede desactivar la aplicación, aunque parece improbable. Los asientos están hechos de un material tan especial, que atraen vómitos infantiles no importa qué dispositivos y materiales de contención se instalen en él. Aunque no se le aplica la capacidad de volar, sería muy deseable. Estoy en conversaciones con algún ingeniero para desarrollar esta modalidad. 

- Vivir en la ciudad de A-Gotown: evidentemente, todo SuperÉgoe que se precie debe tener una residencia en algún lugar con nombre mítico y fascinante. BatMum ha fijado su domicilio en un punto intermedio entre Cansacity, híperpoblada por sujetos de toda índole, y Extenuavillage, donde la población tiene muy escasa actividad e invierte la totalidad de su valioso tiempo en recuperarse.

- Mumseñal: Tan necesaria que sin ella ButMum no podría realizar su tarea vital (a saber, mantener la paz y el orden en la ciudad de A-Gotown mientras satisface las necesidades y requerimientos de los tres eHijos de la manera más educativa posible). Cuando no puede más, BatMum emite un código especial para obtener ayuda de otros Égoes (en concreto, los eAbuelos) que tratan de colaborar en el restablecimiento del caos parcial imperante de manera habitual.

- Mi amigo Robin: por su sociabilidad, dependencia emocional y cariño incondicional, me ha adoptado de mascota un petirrojo del jardín. Me ha parecido buena idea. Al fin y al cabo, BatMum no podría ser tal sin su Robin, aunque sea el de los bosques.

- Mi archienemigo, el "y-Yo-qué": No puede haber SuperÉgoe sin Súpervillano. El objetivo crucial de BatMum, más allá de toda otra acción, es educar tres eHijos. De manera equitativa, imparcial y a ser posible minimalista. Y a ser posible, también, en una vida envidia-free sin Superegoísmos. A toque de cariño, respeto y superación. Por eso lo más duro y más difícil de gestionar es esa sensación de desamparo que se le queda a uno de tus hijos cuando te pronuncia la consabida frase..."y-yo-qué". ButMum entonces, reconvertida de nuevo en una simple, humana y defectuosa eMamá, responde a este enemigo con el arma más cotizada y valiosa de cuantas dispone. Un arma diseñada expresamente durante  millones de años de evolución, por millares de generaciones de SuperÉgoes genéticamente inmutables. 

Entonces, eMamá, regala abrazos.

miércoles, 6 de julio de 2016

Generaciones de PokeMums

Voy a proponer a mi eMamámigo el joven Padrewan el juego de las PokeMums. Muy popular entre los niños hace unos años, eMamá no dejo de sucumbir a este entretenimiento técnico, que se ha perpetuado generación tras generación.


Las PokeMums son unos intrigantes bichillos que viven en estado semisalvaje en parajes con nombres bucólicos como “Villa Tupper”, “Bosque de los Potitos” o “ Lago Pañal”. Se pueden encontrar también en algunas edificaciones importantes dentro de los núcleos de población diseñados para el juego, como “la Casa del Pediatra”, la “ Piscina Exhausta” o “Parque de columpios”.
En general estos seres son muy sociables y amistosos, formando grandes colonias. Así cerca de sembrados de colegios de pueden encontrar numerosísimos PokeMums del tipo “Mamachu”, “Mamasaur” o “CharMamander”.

Las PokeMums se clasifican en diferentes tipos según sus propiedades y habilidades. Así, podemos encontrar PokeMums de tipo eléctrico, de agua, de tierra, PokeMums misteriosas, tipo planta o tipo dragón...
  • PokeMums de tipo eléctrico: destacan por la emisión de descargas cuando se sienten acechadas o presienten un ataque a sus cachorros. Son excepcionalmente sensibles, aunque a veces su radar puede detectar falsos blancos, generando ataques incluso a entes de su propia colonia. Generan corrientes que se transmiten de manera muy rápida. En contacto con PokeMums de tipo agua se sienten especialmente cómodas. Entre sí, pueden generar gran atracción o violentos choques, en función de la polaridad. No se tratan con PokeMums de tipo tierra, a las que no afectan las habilidades eléctricas. Dentro de este grupo se engloban las PokeMums magnéticas, con cargas positivas o negativas. Por algún motivo, se ha demostrado que esta categoría de PokeMums tiene marcada preferencia por captadores del tipo “joven Padrewan”, por lo que deberá estar alerta ante la presencia de estos ejemplares.
  • PokeMums de agua: suelen dejarse fluir y llevarse bien con todo tipo de PokeMums. Sus preferencias varían según su personalidad. Son muy versátiles. Especial mención cabe el delicado equilibrio en su trato con PokeMums de tipo fuego.
  • PokeMums de fuego: demuestran sus habilidades de forma apasionada, intentando involucrar al resto de.PokeMums. Si no se atienden como corresponde, pueden decaer e incluso bajar de nivel. Necesitan alimentación periódica. No tienen trato con PokeMums de tipo tierra. El trato con PokeMums de tipo agua es complicado si no se manejan bien las proporciones.
  • PokeMums de tipo planta: Sobreviven en colonia gracias a los tipos agua y tierra. Sin interacción conocida con el resto de PokeMums. Alejar de PokeMums tipo fuego.
  • PokeMums misteriosas: ?
  • PokeMums tipo dragón: feroces, imponentes, muy bellas. Destacan sobre las demás. Las habilidades propias de cada una son únicas de cada especie, pudiendo reunir características propias de cualquiera de los tipos anteriores.


La dinámica de la relación entre PokeMums varía de unos tipos a otros. En general, varias PokeMums en grupo suele interactuar apoyándose unas a otras, de modo que trabajan en equipo. En ocasiones, muchas ocasiones, equipos de estos seres pueden enfrentarse entre sí, emitiendo desde el Rayo Cordial hasta la Ira Furibunda.
Para la identificación de todas las PokeMums, ellas mismas, a medida que se van agregando al grupo, hacen unos listados (denominados Mumedex) donde disponen de la información básica de cada elemento. Los elementos listados pertenecen habitualmente a grupos denominados “clase 3°A”, “equipo de futbito”, “música”, “ grupo de ballet”... El número de individuos puede variar, siendo habitual que existan, dentro de los grupos grandes otros grupos más pequeños. La existencia de las agrupaciones generales de la Mumedex, así como sus subgrupos, se registra invariablemente en las Whatsappex, Mumedex de comunicación inalámbricas entre PokeMums.


Pero el joven Padrewan experto en PokeMums, si bien debe, convenientemente, mantenerse dentro de la Mumedex para conocer a todas las PokeMums, sus interacciones y posibles ataques combinados, así como Mumevoluciones, debe mantenerse alerta. En rarísimas ocasiones puede surgir, dentro de las PokeMums de una región, una PokeMum legendaria. Este tipo de PokeMum no suele convivir de manera habitual con el resto de PokeMums (o si lo hace, no será visible), por lo que hay que explorar insistente, concienzuda y delicadamente cada zona. El hallazgo de producirá de manera inesperada y deberá hallarse prevenido para poder captar tan valioso ejemplar. La captación de los PokeMums se realiza a través de las Pokeballs o Mumeballs. Existen tipos específicos de estas Mumeballs para tipos concretos de PokeMums. Así, para las PokeMums más habituales de encontrar podrán utilizarse Mumeballs convencionales. Las Tontoballs exigen menos experiencia en su uso y menos destreza general del observador, por lo que, aunque no son muchas las PokeMums que se puedan captar con esta herramienta, son las más sencillas para comenzar a integrar en equipo de PokeMums. Generalmente, estas PokeMums no tienen una evolución posterior y al subir de nivel su interés decae, no así su mantenimiento, que es muy sencillo.
La captación de PokeMums legendarias exige, además de un excelente dominio de las Pokeballs, que el joven Padrewan alcance un nivel de juego adecuado. Normalmente una PokeMum legendaria no puede hacerse visible a Padrewanes de niveles iniciales, aunque crucen su camino innumerables veces. Además, la captura de este tipo de PokeMums sólo será viable si entre joven Padrewan y PokeMum se establece un nexo de afinidad de un nivel determinado. Si la energía invertida en este nexo es insuficiente, el link se desvanecerá gradualmente hasta perderse y la PokeMum escapará, regresando a su entorno para nunca más aparecer, ya que sus apariciones son únicas para cada entrenador.
Cada Padrewan puede establecer nexos de afinidad con diversas PokeMums legendarias, si tiene la suerte de encontrarlas, para lo que será imprescindible moverse por diversas regiones.

El joven Padrewan puede decidir en cualquier momento soltar cualquier tipo de PokeMum, aunque se recomienda conservar aquellas de mayor nivel y experiencia. Son especialmente interesantes las Mumevoluciones que pueden darse en el devenir de la vida colegial, y habrá de permanecer consciente y expectante.

Este juego además de apasionante, se puede jugar en cualquier entorno, ya que los individuos PokeMum están por todas partes...

¡Hazte con todos! ;)