domingo, 21 de julio de 2013

los negocios de eBebé

Hace unos días en una conocida cadena comercial, eBebé mayor detectó un reductor de WC de Pocoyó. Se volvió loco. eMamá ya lo había estado mirando porque dentro de muy poco comenzaremos la ¿complicada? tarea de quitarle el pañal, así que cuando estaba a punto de salir corriendo por los arcos de seguridad con su preciado objeto en la mano, ePapá le recordó que no lo había pagado. eMamá de pronto vio un bebé que venía corriendo agitando su reductor al grito de “¡A pagar, a pagar!”. ¿?¿?¿? Se acercó a las cajas, levantó su cabecita y dijo “Hola, ¡a pagar! ¡Hola, hola!” haciendo las delicias de su sorprendida madre, de la premamá que estaba en ese momento pagando (un tanto confusa, diríase que era primeriza como yo lo fui una vez), de las cajeras y, en general, de todo el que presenció la escena. Nunca antes habíamos visto esta faceta comercial de eBebé mayor, así que aprovechamos para enseñarle cómo se utilizan los misteriosos papelitos que se guardan en las carteras de los bolsos de las eAbus (que tanto gusta de abrir) y de eMamá (el caso concreto).

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